
Desarrolló hiperplasia mamaria y estuvo muchos días con tratamiento y con curas, pues se le formaron úlceras en las mamas.
Ahora está totalmente recuperada y sin riesgo de que le vuelva a pasar.
Le encanta sentarse a nuestro lado mientras le limpiamos los areneros y nos da con su patita suavemente si le acercamos la mano.