Antoñito llevaba toda la vida viviendo en la calle, un día rutinario, Karen se dio cuenta de que la respiración de Antoñito no era normal, así que decidió recogerlo para un control veterinario, tenia una infección respiratoria pero además 7 perdigones en su pequeño cuerpecito, lo cual nos hace entender porqué tanta desconfianza al ser humano.

Tuvo que guardar reposo en el albergue para tratar su infección, tiempo para observar que no solo tenia herido el cuerpecito, también se le rompió su alma.

Poco a poco se va empezando dejar hacer, porque sí, el se deja hacer pero sin buscar nada, es tímido y desconfiado, no quiere salir a la habitación de juegos, pero se deja querer por los hoperitos que van a pasar la noche con él.

Toñito sabe que está ahora en un lugar seguro, con comida, calefacción, escondites y camas pero no quiere explorar, ni jugar ni interactuar,  y se agobia si un humano se acerca, pero, ¿Qué culpa tiene él? ¡ninguna! Así que se le deja tranquilo con todo lo que él necesita a su alcance. ¿Nos echas una patita para curar el alma de Antoñito?

• Apadrina a Antoñito ♥