Sobrevivir, no es vivir:

No se las apañan, vivir huyendo, vivir con MIEDO, vivir escondido, eso no es vivir.
Puede que lleguen a ser felices o saborear mínima ente lo que es el cariño, siempre y cuando haya alguien preocupado por facilitarles un poco la vida, proveyéndoles algo de sus necesidades básicas, calentándoles con su corazón en las frías noches de invierno, preocupándose de sí hoy aparecen o mañana no vienen. De si hoy estornuda y mañana no quiere comer…

Tienen cara, tienen nombre, tienen vida NO SON INVISIBLES.

Son los gatos callejeros, los gatos de todos y los gatos de nadie.

Es increíble el vínculo que crean los gatos callejeros con sus cuidadores.
Ellos conocerán todo de ti, se adaptarán a tus rutinas acudiendo siempre a la misma hora, conocerán tu forma de andar, tu olor, tu manera de hablarles y sabrán que eres tú quien se acerca desde varios metros antes de llegar a su punto de alimentación.

Algunos se dejarán tocar por su cuidador, pero únicamente por ellos, es su forma de agradecerte que no fallas nunca, que aunque haya una lluvia torrencial, un frío bajo cero y un calor infernal, nunca fallas, ellos siempre esperan tú nunca les olvidas.
Jamás se acercarán a quien no conocen, se esconderán, huirán, pero el vínculo con su cuidador es irrompible. ❤️

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